Había una ez una niña llamada Luz Clarita, tenía el pelo negro; y como siempre estaba con los juguetes o en el parque, entonces no sabía que era la lectura.
Un día su amiga Sandra se fue de viaje y cuando vino le regaló un libro.
Como Luz Clarita no sabía que era, se puso a leer. Y desde entonces siempre se ponía por lo menos 2 horas a leer.
Y colorín y colorado este cuento se ha acabado.
Autora: Mónica Aguilar Manosalvas. 9 años. Adamuz (Córdoba)
!Animaros vosotros, Besos!
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